
Por Efrén IBARRA LEYVA
En el sector que va desde los Recintos del Cobre hasta el Fraccionamiento Mártires de Cananea, pasando por el Campestre Oriente (Los Viveros), se construyó una cerca de malla ciclónica, rematada en la parte superior con rollos de alambre de filosas navajas. Hasta ahí, todo es normal. Sin embargo, a unos metros de la malla, cavaron una profunda zanja de aproximadamente dos metros de ancho, por donde se canalizó aguas de drenaje que representan un foco de infección para este amplio sector residencial de la ciudad.
Esta medida de “protección” es una fuente de contaminación y atenta contra la salud de la población.
Fernando Herrera, Alcalde de Cananea, sostuvo una reunión con el Comité de vecinos de la Calle Francisco Lara en días recientes. Allí le expusieron este problema.

Aguas negras corren al aire libre muy cerca de las viviendas.