* Tradicionales procesiones y Vía Crucis Viviente. “Son momentos para entregarse a Dios”: Padre Julio César Hernández
El domingo 20 de marzo empieza la más grande celebración religiosa en los pueblos del Río Sonora. Es el llamado “Domingo de Palmas” o de Ramos y es cuando los feligreses llevan sus cruces hechas de palma para que sean bendecidos en la iglesia del pueblo. Ese día empieza, formalmente, la Semana Santa.
Julio César Hernández Monreal, Párroco de nuestra Señora de Loreto de Banámichi, es el encargado de estas celebraciones en cuatro comunidades: Sinoquipe, Banámichi, Huépac y San Felipe de Jesús.
“Ese día hacemos la bendición de las palmas en la plaza de cada uno de los pueblos y luego partimos en procesión para hacer la representación de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Nos acompañan María, José, Jesús y sus 12 apóstoles”, explicó el Párroco de Banámichi.
Después del Domingo de Palmas, una pareja cercana a la Iglesia acude a Hermosillo para recibir y trasladar los Santos Óleos bendecidos por el Arzobispo Ulises Macías. El miércoles por la tarde se les imponen a todos los enfermos, pidiendo por su recuperación. El Jueves Santo es el lavatorio de pies a partir de las 7 de la tarde y por la noche se realiza la velación del Santísimo.

“El viernes representamos el Vía Crucis viviente en cada una de las comunidades, empezando a las 9 de la mañana en Banámichi. Por la tarde se hace el Rosario del Pésame y luego partimos en la Marcha del Silencio, una especie de protesta por todas las injusticias que se hayan cometido desde los días de Cristo hasta nuestras fechas”, relató el Padre Julio César Hernández.
El sábado se realiza una ceremonia para celebrar la víspera de la Resurrección de Cristo. En la plaza del pueblo se reúne la comunidad católica; se enciende una fogata que es bendecida por el párroco y de ahí cada feligrés enciende sus velas o antorchas para participar en la procesión. Durante el trayecto se canta Gloria y se finaliza con la tradicional Misa. El Domingo de Resurrección se realizan varias misas para quienes no hubieran tenido oportunidad de acudir a la misa del Sábado de Gloria.
En todos los pueblos del Río Sonora se realizan celebraciones similares. Son eventos muy tradicionales que encierran un gran significado para la comunidad católica de la región. Son celebraciones dignas de ver. Estamos todos invitados.