PHOENIX, AZ.- El ex diplomático Raúl Héctor Castro, quien tras haber nacido en Cananea, Sonora, en el seno de una familia pobre se levantó para convertirse en el único gobernador hispano que ha tenido Arizona, murió hoy a los 98 años de edad.
Castro falleció mientras dormía en San Diego, California, donde se encontraba en cuidados paliativos, informó el vocero de la familia, James García.
El gobernador de Arizona, Doug Ducey, confirmó la muerte de Castro la mañana de este viernes en un comunicado, en el que aseguró que Arizona nunca lo olvidará por su trabajo en el estado.
Él era un servidor público honorable, un hacedor de historia, un querido hombre de familia y un amigo fuerte y luchador por Arizona”, señaló Ducey en el comunicado.
Banderas a media asta
Ordenó que las banderas de Arizona ondearan este viernes a media asta en los edificios públicos de la entidad.
Castro logró vencer las adversidades para forjarse un camino, primero como abogado y luego llegando a ocupar la gubernatura de Arizona en 1975 y desempeñar también una serie de cargos diplomáticos bajo el gobierno de tres presidentes estadounidenses.
Castro nació en Cananea, Sonora, en junio de 1916 y emigró a Estados Unidos cuando tenía 10 años de edad acompañando a su familia. Su padre murió dos años después y dejó a su madre con 12 hijos, de los cuales él era el penúltimo.
Sus inicios
Castro pasó su adolescencia y juventud en la comunidad fronteriza de Douglas, en el sureste de Arizona, donde desempeñó múltiples oficios para ayudar a su madre y hermanos a la manutención de la familia, incluyendo el de boxeador en festivales y el de cosechar remolacha azucarera en los campos.
Con múltiples sacrificios, Castro ahorró lo suficiente para ingresar a estudiar al Arizona State Teachers College de Flagstaff, donde se graduó en 1939.
Trabajó durante cinco años para el Departamento de Estado como empleado del servicio exterior en el Consulado de Agua Prieta, en su natal estado de Sonora, pero nunca olvidó su sueño de convertirse en abogado.
Doctor en Derecho
Castro pudo inscribirse en el Colegio de Leyes de la Universidad de Arizona y obtuvo su título de Doctor en Derecho y fue admitido en el Colegio de Abogados de Arizona en 1949.
Después de ejercer la abogacía en Tucson durante dos años, se convirtió en sub procurador del Condado de Pima, en Tucson.
En 1954, fue elegido como procurador del condado y se desempeñó en ese cargo hasta 1958, cuando se convirtió en juez de la Corte Superior del Condado de Pima.
Su imagen a nivel nacional creció a lo largo de los años, y en 1964, el presidente Lyndon Johnson lo designó como embajador de Estados Unidos en El Salvador.
Embajador en Boliva
Después de cuatro años, se desempeñó como embajador en Bolivia hasta el final de 1969, tras lo cual regresó a Tucson para especializarse en Derecho Internacional.
Castro continuó forjando su carrera política dentro de las filas del Partido Demócrata en Arizona. En 1970, ganó la nominación demócrata para gobernador, pero perdió por estrecho margen las elecciones generales ante el republicano Jack Williams.
Sin embargo, en un segundo intento en 1974, Castro fue elegido gobernador. En 1977, después de dos años en el cargo, el presidente Jimmy Carter lo nominó para ser embajador en Argentina. Castro mantuvo ese puesto hasta 1980.
Castro, considerado uno de los hispanos pioneros en la política estadounidense, lamentó siempre que no muchos hispanos hubieran seguido su camino. Desde su elección en 1974, ningún otro hispano ha sido nominado como candidato a gobernador en Arizona.